jueves, 19 de enero de 2012

Con traje de ovejita


Todavía no salíamos, éramos solo amigos. Me llamó un viernes a las 17.00 a la oficina (en ese entonces trabaja de administrativa). 

Ramiro: -Sonrisa (como solía decirme), que andás haciendo? Tengo dos entradas para ver a los Fabulosos Cadillacs hoy a las nueve (21.00 hs), venís?

Clara: - ehhhh si, tengo ganas, pero salgo a las 18.30 maso menos y quiero irme a casa a cambiarme.. Me agarras de sorpresa. 

Ramiro: - a las 20.00 en Juramento y la vía. Mirá que es campo, venite cómoda.

Terminé rapidísimo con las cosas de la ofi y salí corriendo para mi casa. 

Me puse un jean, zapatillas y una remera, subí al colectivo 44 y me bajé en Barrancas de Belgrano. 

Mientras cruzaba la calle venía pensando en la forma de ser de mi amigo. Siempre muy simpático, cariñoso, hacía ya más de un año que lo conocía y hasta ese entonces no me había hablado de ninguna chica, tampoco me había tirado ningún lance… cosa que me parecía demasiado rara. Estaba desacostumbrada a tener un amigo varón hetero sin dobles intenciones. Y en ocasiones se hacía la “loca” y mariposeaba. Ojo, ningún improvisado, le salía bastante bien. 

Cuestión, que llegando a la esquina, lo veo agitando los brazos mientras me gritaba “Sonrisa”. Y como para no verlo, si Ramiro mide más de 1,90. Ahí me di cuenta que él también había pasado por su casa antes de venir. Con esa ropa, seguro que no había ido a trabajar. Me quedé impactada al verlo vestido así. 

Burbujas de Papel
Era un atentado a la moda con patas!! Remera amarilla de algodón muy ajustada y corta, a tal punto que dejaba ver sus pelitos del ombligo. Un pantalón de jean tiro bajo, que dejaba ver la parte que faltaba: la continuación de los pelitos del ombligo. Era como si fuese un hot jean que en lugar de agujeros tenía puesto grandes parches en tonalidades violetas, lilas, y blancas. Y para darle una pincelada más de color, llevaba unas converse rojas en talle 45. Y todo esto, acompañado con su clásica porra de rulos (bien tomados) y una barba desprolija y tupida. Como diría, años después, su mejor amigo “una barba bíblica”

Antes de cruzar venía pensando que era gay, y cuando pisé la vereda, lo confirmé

Y sumando puntos a este cuadro, desde que lo conozco, para no pasar desapercibido, canta en voz alta mientras camina por la calle. 

Me daba mucho calor que alguien me viera con el así vestido. Si ya sé, la ropa la llevaba puesta él. Pero me era inevitable no pensar así. 

Caminé cuadras y cuadras pensando para mis adentros “que no me encuentre a nadie conocido, por favor que no me vea nadie que me muero”. 

Burbujas de Papel
Confiada en que su elección sexual era distinta a la mía, me desinhibí. Y eso desencadenó que me divirtiera más, sin pensar tanto en las formas. Así que en el recital cantamos abrazados, nos dimos la mano, y hasta me hizo upa dos o tres veces para que yo pudiese ver el escenario. 

Cuando salimos del recital, compramos una gaseosa y empezamos a caminar. Caminamos más de 50 cuadras sin rumbo fijo, solo charlando. 

Esa noche, después de tantas especulaciones, nos dimos nuestro primer beso.

Clara

1 comentario:

  1. jjjajajajaaab sos una genia!!!!
    me cague de risa, tal cual lo describis, imagine todas las secuencias.
    besoteee

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